¡Viva la Pepa! Origen histórico y usos en el habla conversacional

La Pepa es como se le llama popularmente a la Constitución de Cádiz, de 1812

Viva la Pepa es una expresión que en el imaginario colectivo español se identifica con la Constitución de Cádiz que celebra hoy su bicentenario. Se promulgó y firmó el 19 de marzo de 1812, día de San José, de ahí que se utilizara el hipocorístico (o diminutivo) de José que es Pepe, para hablar de la constitución como la Pepa, teniendo en cuenta su género femenino.

El nacimiento histórico de ¡Viva la Pepa! aun es motivo de estudio. José María García León, Doctor en Historia y gran investigador de las Cortes de Cádiz, rebate con sus amplias investigaciones que haya sido una consigna política y popular coexistente con la Constitución de Cádiz como se ha afirmado durante muchos años y en los medios de comunicación, por estos días.

José María argumenta que ¡Viva la Pepa! como sinónimo de ¡Viva la Constitución! «es una leyenda posterior» y que en las publicaciones de la época nunca se utilizó el término «La Pepa» sino otras expresiones como ¡Viva la Nación! o ¡Viva la Patria! Tampoco esta interjección aparece en las ediciones periódicas, ni siquiera en las de carácter liberal, de los años posteriores (cuando ya había sido derogada la constitución), ni en la producción teatral de sainetes, coplillas o sátiras tan relacionadas con la ironía política de la época. (Particularmente pienso en la dificultad de hallar pruebas impresas de una frase propia de círculos liberales, que en medio de un escenario hostil, intentaban sortear la censura política con una frase que funcionaba a modo de clave, gracias a que literalmente no hacía referencia alguna a la Constitución de 1812).

La representación de los diputados americanos en las cortes y el movimiento liberal que existía en cada una de las antiguas provincias españolas, influyeron seguramente en que ¡Viva la Pepa! llegara y se difundiera en países como Cuba, Argentina, Venezuela, Nicaragua, Uruguay, Perú… donde aun se conserva, no con su sentido político e histórico, pero sí en el habla conversacional.

Coloquialmente viva la Pepa se utiliza para hablar de una situación de desbarajuste, despreocupación o excesiva licencia (RAE). Ese valor semántico de Viva la Pepa en el español de España y en el de América se asocia con el sentido irónico y despectivo que los absolutistas le acuñaron. Para los conservadores viva la Pepa significaba anarquía, libertinaje, desorganización y vagancia, partiendo de que la Constitución de Cádiz estableció leyes sin precedentes como la libertad de prensa, de expresión, la soberanía nacional, la división de poderes… entre otros derechos civiles y constitucionales para España, y significativamente, también para las colonias de ultramar.

En la actualidad viva la Pepa tiene diferentes matices semánticos según como se utilice: «Este trabajo es un viva la Pepa», quiere decir que reina el caos, el desorden, la falta de normas y de compromiso.

La adjetivación de la frase tiene un uso peyorativo, es un viva la Pepa es sinónimo de otras locuciones coloquiales como: es un viva la vida o un viva la virgen y se utiliza para calificar a alguien de vividor, irresponsable, informal, anárquico, fiestero y golfo (en España).

«Me he ganado la lotería ¡Viva la Pepa!», equivale a: viva la fiesta, el jolgorio, la despreocupación, el alboroto (sin esa connotación despectiva de los usos anteriores).

Acerca de Ana Mercedes Urrutia

Licenciada en Letras por la Universidad Central de Las Villas, Cuba. Curiosa observadora del lenguaje y sus usos regionales. Me fascinan las palabras, sus etimologías y esas interrelaciones armónicas que son los libros.
Esta entrada fue publicada en Lenguaje coloquial en Cuba, Lenguaje coloquial en España, Lenguaje coloquial en países de habla hispana y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario